Si no eres Daniel LaRusso de Karate Kid, quien tuvo la suerte de ser vecino del maestro de karate, el señor Miyagi, lo más probable es que tengas que investigar a profundidad antes de decidir qué tipo de arte marcial quieres seguir. Necesitas entender tus objetivos acerca de las artes marciales, encontrar un tipo de arte marcial que se adecúe a estos objetivos y elegir una escuela y un profesor. Recuerda que no existen artes marciales superiores a otras, simplemente son artes marciales. Todas tienen sus fortalezas y sus debilidades. Elige la que se adecué más a ti.

1. Aprende Jiu Jitsu para defensa personal.

La mayoría de veces, las personas deciden aprender artes marciales por razones de defensa personal. Este fue el caso de Daniel LaRusso, ya que lo intimidaban. ¿Abusan de ti?, ¿o tienes miedo de que te atormenten en el futuro? Cualquier arte marcial te enseñará cómo defenderte. Tu objetivo será encontrar un arte marcial que ponga énfasis en las técnicas defensivas y desarme los agarres. En muchos aspectos, el Jiu Jitsu es este tipo de arte marcial, ya que utiliza la fuerza y potencia del oponente como un arma en contra de él, lo cual permite dominar a un atacante más fuerte o grande.

Cuando te encuentres en una situación de defensa personal, el Jiu JItsu te ayudará a esquivar ataques frontales, escapar de agarres y ganar ventaja rápidamente. Recuerda que cada forma de arte marcial aborda la defensa personal. Algunas son más controvertidas que otras. En el caso del Jiu Jitsu, este arte marcial está relativamente al medio.

2. Ponte físicamente en forma con el Kung Fu.

La segunda razón más popular por la que las personas practican artes marciales es para ejercitarse, transformar la grasa en músculo e incrementar su coordinación. Todas las artes marciales lo hacen, pero dependiendo de tus objetivos de entrenamiento físico, es posible que elijas un arte marcial en lugar de otra.  El Kung Fu es un entrenamiento muy completo. Debido a que el Kung Fu utiliza posturas bajas y bloqueos potentes, tiende a proporcionar un entrenamiento completo del cuerpo. Asimismo, es una de las formas de arte marcial con mayor disciplina.

Si bien el Kung Fu trabaja todos tus músculos, existen artes marciales que ponen énfasis en la fuerza y la flexibilidad de la parte superior e inferior del cuerpo. Si prefieres trabajar en la fuerza de la parte superior de tu cuerpo, puedes escoger el estilo de boxeo occidental o quizá el Karate Shotokan de Japón. Como alternativa, si quieres que tus piernas estén en forma, puedes escoger un estilo de arte marcial con gran énfasis en la fuerza y agilidad de las piernas como el Taekwondo.

3. Aumenta tu confianza con Naginata.

Actualmente, Naginata es un arte marcial y una forma de arte que enseña etiqueta, respeto y confianza en sí mismo. Las artes marciales como el Naginata aumentan la confianza porque desatan tu potencial, aumentan tus músculos y te enseñan nuevas habilidades. Muchas personas que entran por primera vez al Dojo sufren de baja autoestima o simplemente no creen en sí mismos. Quizá esa es la razón por la que has considerado las artes marciales para ti. Si es así, deberás encontrar un programa y un profesor que te haga ir hacia adelante en lugar de hacerte retroceder. Los instructores de Naginata se concentran en alentar los sentimientos y experiencias positivos. El refuerzo positivo será un aspecto clave para tu proceso de toma de decisiones.

4. Prueba el Taekwondo para practicar la disciplina y el autocontrol.

El Taekwondo es el arte marcial más popular en el mundo. Esto probablemente se debe en gran parte a que lo añadieron a los juegos olímpicos de 1988. Muchos consideran que el Taekwondo es una forma artística y, como tal, debe tener mucho autocontrol. Debes disciplinarte a ti mismo para hacer que cada movimiento sea fluido, grácil y deliberado. Debido a que se pone mucho énfasis en el movimiento y la forma, muchos consideran que el Taekwondo es una buena manera de enseñar disciplina y autocontrol (a niños o cualquier persona).

Las artes marciales son experiencias reglamentadas y jerárquicas y, como tales, demandan un gran nivel de disciplina y autocontrol para tener éxito. Durante tu entrenamiento, es posible que te encuentres con instrucciones que van en contra de tus nociones preconcebidas. “Encerar, pulir”, le dijo el señor Miyagi a Daniel en Karate Kid. Daniel se sentía confuso porque no podía comprender cómo encerar un auto tenía relación con aprender las artes marciales. Después descubrió que el profesor sabía lo que hacía. Sigue a tu profesor lo mejor que puedas. Escucha sus instrucciones. Practica con frecuencia. Si bien esta disciplina te ayudará a ser un mejor artista marcial, también se transferirá a tu vida diaria.

5. Prepárate para pelear en el cuadrilátero con el Kickboxing.

En los años 1970, los artistas marciales de Karate estadounidenses se sentían frustrados con los reglamentos estrictos de las competiciones. Querían hacer un contacto completo. Esta facción se separó y creó el Kickboxing. Los competidores realizan peleas de práctica, patadas, puñetazos, bloqueos y boxeo de sombra para prepararse para los combates. Debido a que sus orígenes están basados en el contacto completo y la competición, el Kickboxing es una buena forma de arte marcial para aquellos interesados en entrar al cuadrilátero.

Algunas artes marciales no ponen énfasis en la pelea dentro del cuadrilátero. Los estilos tradicionales del Kung Fu como el Wing Chun o el Hung Gar no están diseñados para enseñarte a pelear en el cuadrilátero. Puedes aprender y aprenderás una defensa personal excepcional en estos sistemas, pero tomará bastante tiempo antes de que tus habilidades básicas sean lo suficientemente sólidas para tener impacto en una situación de combate.

6. Considera tus intereses culturales.

Si sientes respeto o interés en una cultura determinada, aprender más sobre esta a través de sus artes marciales puede ser una gran experiencia. Estudia Krav Maga si estás interesado en Israel. Estudia Taekwondo si tienes curiosidad acerca de la cultura coreana. Prueba el Sumo para entender mejor la cultura japonesa.

Si es parte de tu objetivo, elige una escuela donde enseñe un nativo de esa cultura o alguien que haya entrenado con una persona de esa cultura. La enseñanza se sentirá más “auténtica” y es probable que descubras otro tipo de aspectos sobre la cultura en el proceso como, por ejemplo, el idioma, sus particularidades, la historia y la filosofía.

Fuente: WikiHow

 

 

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